Tal y como hiciera Agüero en el Mundial Sub-20 de 2007, el delantero Dominic Adiyiah es el gran triunfador del último campeonato con tres galardones: máximo goleador (8 dianas), mejor futbolista del torneo (le votaron el 38% de los periodistas acreditados) y título para su país, Ghana, que ya había llegado a dos finales del Sub-20.
No hay discusión, aunque también han estado muy bien los brasileños
Alex Teixeira (Balón de Plata) y
Giuliano (Bronce). Ya habrá tiempo para hablar de ellos. Es el turno de Adiyiah, que a diferencia de Teixeira no falló en los lanzamientos
penaltis (4-3, vídeo) que decidieron el partido. Si Adiyiah hubiera fallado, perdían los africanos. Sus 8 goles en 7 partidos, a tres del segundo cañonero (el húngaro
Vladimir Koman) no deja lugar a dudas de su potencial.
Adiyiah dice querer seguir los pasos de Messi y Agüero y que se está preparando para ello. No le falta físico (1,72) y ganas de hacerlo bien. Mucho olfato, velocidad, reacción, desmarque en carrera y un magnífico chut con la derecha. Lleva desde el año pasado en el
Fredrikstad noruego, aunque de momento es uno de los suplentes. Marcó dos goles en la pretemporada y ninguno en 4 partidos.
El chaval se aleja del típico delantero africano, potente y que espera. Maneja bien ambos pies y destaca por controlar y llevar el balón con rapidez. Tras su gran campeonato, está en la senda de los Appiah, Essien, Muntari o Kuffour. No es nada fácil ir haciéndose hueco para los jóvenes africanos. Algunos se quedan en el camino.
Ahora, sus números totales con la Sub-20 de Ghana son magníficos:
16 goles en 15 partidos si sumamos los otros encuentros. Está a punto de cumplir
20 años y, según he leído, estuvo jugando de niño para la academia del Feyenoord. Debutó en la primera división ghanesa con el Heart of Lions y allí empezó a explotar:
13 goles en 24 partidos. Los noruegos le ficharon para reemplazar a Tarik Elyounoussi (Heerenveen).
Si su compañero
Ransford Osei, del que ya os hablé, fue el pichichi en el Sub-20 de África ahora ha sido el turno de Adiyiah. Le marcó el gol de la victoria a
Uzbekistán (2-1, resumen en vídeo), el primero y el último a
Inglaterra (4-0, vídeo), el que les dio el pase a cuartos en el último minuto ante
Sudáfrica (2-1, vídeo), dos más a los
coreanos (3-1, vídeo) y otro par a
Hungría (3-2, vídeo) en la semifinal. Y en la
final (vídeo) no falló la pena máxima.
El punta real del equipo ha sido Osei y Adiyiah jugaba más retrasado, de enlace e intentando sacar más provecho llegando unos metros más alejado de los defensas. Le gusta moverse por las bandas, casi nadie le ha marcado bien y apenas pierde balones. El trabajo de Osei también le ha servido para brillar. No diré que han formado una pareja al estilo de Torres-Villa, pero casi. A Adiyiah se le ve menos curtido en batallas.
Creo que fue nombrado jugador del partido en cuatro ocasiones. No llegó a Egipto como gran estrella de Ghana, pero sí en el grupo de los chavales a seguir de cerca. Aquí se ha destapado con el dorsal 20 a la espalda y ha hecho que los Satélites Negros salieran del atolladero en varias ocasiones.
Hay que darle tiempo para progresar, pero seguro que le empiezan a llover ofertas.
Mínimo 3 millones de euros.
Por cierto, al portero ghanés
Daniel Agyei también hay que darle mucha parte del título en un partido final a lo cerrojazo. Hizo grandes paradas durante el encuentro para salvar a los suyos y desesperar a los brasileños.
También destacó el portero de Costa Rica
Esteban Alvarado, nombrado mejor meta del campeonato, y el húngaro
Peter Gulacsi. Me gustó ver a
Krisztian Nemeth (ya hablé de él),
Fran Mérida por supuesto, el lateral zurdo alemán
Bjorn Kopplin y los italianos
Mattia Mustacchio (delantero) o el lateral derecho
Michelangelo Albertazzi.